La calibración de los manómetros de presión, tanto digitales como analógicos, se realiza mediante la comparación con patrones de adecuada exactitud y precisión. Este proceso implica la generación de distintos valores de presión a lo largo de todo el intervalo de calibración requerido, utilizando equipos especializados como bombas hidráulicas, bombas neumáticas y bancos de presión.
Este proceso es crítico para mantener la confianza y la seguridad en la cadena productiva, ya que asegura la fiabilidad de las mediciones y el correcto funcionamiento de los sistemas involucrados.